El país de el weso

Enrique Hernández Alcázar
Fernando Rivera Calderón

Este libro sacudirá los oscuros engranajes de la politica nacional, develara verdades que se han mantenido ocultas durante muchos sexenios, hara caer a los mentirosos y, en cierto modo, colapsara los paradigmas sobre los que se ha construido la civilizacion occidental y la manera en la que percibimos el espacio-tiempo. Pero no solo eso, si usted 10 compra en los proximos minutos conseguira de manera gratuita otros maravillosos beneficios, ya que la lectura de este libro :
Aumenta considerablemente el tamañio del miembro viril.

• En el caso de las mujeres, leer este libro aumentara el tamañio de sus glandulas mamarias.
• Elimina el acné.
• Disminuye los niveles de corrupcion en el alma.
• Baja el colesterol.
• Baja por los chescos.
• Acaba con la grasa.

Por eso y mas usted debe comprar este libro en este preciso instante. El principe Mouriño 1 de Bucareli lo leyó y encontró un pozo petrolero abajo de su retrete, Mario Marín lo compro por curiosidad y fue indultado par la Suprema Corte de Justicia. Por el otro lado, Elba Esther Gordillo lo vio, pero prefirió comprarse el de Doña Perpetua y la cara se le desfiguró. A Santiago Creel se lo fueron a ofrecer pero lo rechazo y desde ese momento empezo a borrarse sin que nadie pueda explicar por qué.
Lamentablemente, eso es lo que pasa cuando no compran este libro. Afartunadamente, hemos tenido la gran oportunidad de advertirle a tiempo para que simplemente vaya a la caja y lo pague. Y no, no tiene nada que agradecer.
Sus amigos:
Fernando Rivera Calderón y Enrique Hermández Alcázar
Contenido :
- Manual para sobrevivir una democracia regíon 4
- Los tres grandes (que ni tanto)

• PRI, La carga octogenaria
• PAN, el cambio incompleto
• PRD, entre Cuauthémoc y Pejetéotl

- Especies en peligro de expansión
- 2006 : el peor año de nustras vidas

• 2 de julio no se olvida
• la santisima trinidad presidencial

- Y viene lo mejor

• La bacha del futuro
• Guía astrológica

Sobre la "wesocracía"
por Fernando Rivera Calderón
Un “hueso”, como todos saben, es cada una de las piezas duras que conforman el esqueleto de los seres vertebrados. Dicen los científicos que tenemos 206 huesos, aunque personalmente no hemos tenido la oportunidad de contarlos.
El hueso por fuera es duro y blanco como el techo de un hospital, pero por dentro es liviano, alivianado y esponjoso (esto sin mencionar el relleno cremosito). Mientras es parte de organismos vivientes suele estar rodeado de carne; tiempo después cuando los organismos vivientes mueren y la carne se pudre, el hueso es lo único que queda como testimonio de nuestro paso por la tierra.
Existe un largo debate entre quienes se preguntan: ¿qué fue primero, el hueso o la maciza?, pero más allá de ese misterio sin resolver, tan preocupante para la especie humana como saber si fue primero el huevo o la gallina, lo cierto es que muchos taqueros coinciden en que la carne más sabrosa es la que está pegada al hueso, como si el hueso tuviera alguna clase de influjo sobre la carne que no nos ha sido revelado...
Ya en el plano de la actividad socioeconómica, “hueso” significa también trabajo, chamba, puesto, actividad u oficio que genera una retribución, un pago, un beneficio o un salario, aunque en el purulento y hediondo mundo político para que sea “hueso” requiere necesariamente que el beneficiario reciba, como cantaban los Beatles, “una pequeña ayuda de sus amigos”.
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